Lecciones básicas: abandonando la partida y …

Lecciones básicas: abandonando la partida y re-subiendo la puesta

Es muy importante saber cuándo deberíamos abandonar esa partida. Aquí os exponemos la lista más obvia de situaciones en las que deberíamos pasar de ver la apuesta del contrario:

  • Cuando nuestra mano es débil. Esta debería ser una regla de oro, siempre y cuando no hayamos decidido tomar el camino agresivo de ir a por todas, fingiendo que tenemos una mano ganadora.
  • Cuando un jugador “apretado” ha abierto juego en primera posición, no iremos aunque nuestra mano sea fuerte.
  • Cuando tenemos la creencia de que otros jugadores pueden tener una mano más fuerte que nosotros. Como en todo, el instinto también puede ayudarnos en las partidas de póker. Nuestro sexto sentido, y el lenguaje corporal de nuestros contrincantes, especialmente cuando ya llevamos un tiempo jugando con ellos y los vamos conociendo, nos pueden decir mucho acerca de qué se esconde en su mano.
  • Cuando hay demasiados jugadores viendo la apuesta, nuestras posibilidades de derrotarlos a todos disminuyen demasiado. Es mejor retirarse para luchar otra vez.
  • Cuando nuestra mano no es lo suficientemente buena como para volver a subir la apuesta
  • Cuando hay muchos jugadores y estamos en una posición inicial
  • Cuando no nos resulte interesante utilizar una estrategia de fingir tener cartas mejores que las que en realidad tenemos.

Para volver a subir cuando ya se ha subido la apuesta, también tenemos que tener claros muchos factores, y sería bueno seguir estas directrices:

  • Deberíamos haber calculado nuestras posibilidades comparadas con nuestro oponente, y creer que son de 2 contra 1
  • Cuando queremos convencer a nuestros oponentes que no tenemos mucha experiencia en el juego, especialmente si realmente somos un jugador agresivo
  • Para hacer que nuestro oponente deje de fingir, no hay mejor estrategia que volver a subir una apuesta ya de por sí subida.
  • Cuando tenemos una mano muy fuerte y jugamos contra un jugador agresivo, que probablemente volverá a subir. Esta es una de las formas más utilizadas para conseguir grandes premios, y bajarle los humos a nuestro contrincante.
  • Cuando queremos que un jugador con experiencia que juega de forma apretada lo haga de forma pasiva, ya que ello hará que nuestras posibles pérdidas disminuyan.

Como podemos ver, tan importante es saber salirse a tiempo, como ir a por todas, y ninguna de esas dos decisiones, que al fin y al cabo son las más importantes del juego, debe tomarse a la ligera. Hemos expuesto sólo algunos de la miríada de factores y situaciones en las que puede un jugador llegar a encontrarse, y sin dudas aprender de nuestros errores, analizar como podían haber ido las cosas si hubiéramos tomado otro camino, junto a una gestión del capital inteligente para mantenernos en el juego lo máximo posible, son indispensables para conseguir triunfar en este difícil juego. Y cuando decimos difícil no nos referimos a sus reglas, sino a sus variantes y estrategias, ya que los jugadores de póker suelen ser gente que intenta superarse y mejorar, y, obviamente, ponernos en aprietos.



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